lunes, 29 de agosto de 2011

Y como a menudo se dice: ''mejor o peor cada cual seguirá su camino'', y yo he intentado seguir el mío lejos de ti, lo he intentado una y otra vez con igual resultado, resultado negativo. He intentado olvidarte, borrarte, odiarte e incluso sustituirte, cosa que no ha dado resultado, y quizás sea porque no llego a sentir por ellos ni siquiera una cuarta parte de lo que sentí contigo cada momento, cada día, lo que sentí cada instante de los que estuve a tu lado. Y si, el tiempo se está encargando de borrarte, poco a poco, parece que le está costando tanto o más que a mí, pero lo está haciendo, lentamente y a veces dolorosamente lo está consiguiendo. Si algo es verdad es que ya no te recuerdo de la misma manera, a menudo me cuesta recordar algunas de nuestras cosas e incluso me aburre pensar o hablar de ti, ya no es lo mismo, como sabíamos que pasaría todo esto se deteriora, sí, después de haberse roto los pedazos empiezan a deteriorarse, a descomponerse poco a poco hasta desaparecer para siempre de todo, cosa que tiempo al tiempo acabará por hacer.

Y aún habiendo admitido todo esto, que es mucho más que cierto, me duele admitir que por mucho que todo lo nuestro se esté deteriorando para perecer algún día en el olvido aún existen cosas que me duelen, que me rascan por dentro y me dejan en carne viva, como verte con otra, ver con mis propios ojos que dejaste de ser mío, que puedes ser de una diferente cada noche y que hasta puedes volver a enamorarte, cosa que ni siquiera sé si llegaste a hacer conmigo, por que una cosa es saber y otra distinta comprobar, guiarte por aquello que has visto, porque aquello que ven tus ojos no puede desmentirlo ni todo el amor que todavía quede escondido por cada recoveco de ti. Hace mucho tiempo que las paredes de nuestro fuerte se vinieron abajo e incluso lo hicieron el techo y el suelo también, llevándose por delante todo lo que encontraron por su paso, pero hoy, ahora, justo esta noche, justo en este momento ha vuelto a pasar, se han caído también las paredes que yo misma construí con mis propias manos, sin ayuda de nadie, sin tu ayuda, esas paredes que intenté levantar a modo de escudo protector, las que intenté levantar para proteger lo poco que quedaba de nosotros, por muy derruido que estuviese ya, a partir de ahora no queda nada, ni siquiera los restos de algo que quizás nunca fue, algo que quizás inventé, hoy no eres mío, aunque haga mucho tiempo desde que dejaste realmente de serlo, hoy no soy tuya, aunque falte mucho tiempo para que realmente deje de serlo.

Hoy digo adiós, otra vez, como tantas veces antes, como tantas lágrimas antes, y por último te pido perdón, por haberte recordado más de lo que tú decidiste recordarme a mí, por haberte querido más de lo que tu decidiste quererme a mí, y si de ahora en adelante alguna vez te echo de menos perdóname, te aseguro que no lo haré con mala intención.
Te haces mayor, conforme creces la gente deja de acordarse de ti y muchos ni si quiera se acuerdan de decirte un simple: ¡felicidades! por tu cumpleaños, ese día que era tan especial cuando tenías cinco, seis o siete años, las fiestas de cumpleaños disminuyen al igual que los regalos, los ratos en el parque se sustituyen por horas frente a un libro de historia, geografía o matemáticas, dejas de ser la personita pequeña a la que todos quieren mimar y pasas a ser la persona insegura, bipolar y maniático-depresiva, las muñecas cambian por libros con historias de adolescentes tontos enamorados, que sufren y siempre terminan juntos comiendo perdices, cosa que, todo hay que decir, no suele pasar en la vida real, y tus quinientos amigos son sustituidos por cinco de los cuales tres no merecen la pena…

Recuerdo que hace un año estaba preocupada por problemas, problemas con gente diferente a la que me rodea ahora, otros a los que me atreví a llamar amigos, pero entonces, pasa el tiempo y aparece nueva gente, que, ¡quién sabe cuánto tiempo estarán a tu lado! pero les abres la puerta de todas formas, entra gente nueva a tu vida y cada uno aporta su granito de arena en ti, algunos te enseñan a sonreír, se te presente lo que se te presente, a valorar, a querer, a desconfiar, a ser feliz, a no bajar la guardia, a sufrir… y, habitualmente ese aprendizaje sólo funciona a base de golpes, tropezón tras tropezón, golpe tras golpe… y tú te los das, caes, te levantas, te vuelves a caer, te vuelves a levantar, pasas página y sigues con tu vida, recuperado algunas veces y no tan recuperado en otras, consciente en todo momento de que volverás a tropezar con piedras y obstáculos futuros. Hace trescientos sesenta y cinco días lloraba con otras razones, por otra persona… por quien pensaba que sería mi gran amor, esa persona a la que dije que había querido como nunca antes y más que a nadie, lo mismo que después le dije a otra persona distinta, hace trescientos sesenta y cinco días creí que no se podía querer más de lo que lo estaba haciendo y que no habría dolor mayor del que sentía, y hoy en día no me considero hipócrita ni mentirosa por lo que dije ya que así era por entonces pero, como es inevitable, el tiempo continúa pasando y también llegan más personas como éstas, aprendes que hay nuevas formas de querer, que siempre se puede querer un poquito más de lo que ya lo has hecho y que siempre hay un dolor más fuerte del que has llegado a sentir y que si has querido y te han querido será porque también puedes querer a otra persona y te pueden querer otra vez igual o incluso más y mejor que la anterior.


Que las compañías van cambiando, la gente entra y sale de tu vida, algunos pasan rápido y no dejan apenas huella, otros se quedan guardados en forma de recuerdos y algunos incluso pueden marcarte y dejarte cicatriz, la gente a menudo cambia con el tiempo, o quizás es el tiempo quien nos muestra como son realmente, pero sea como sea, nada es lo que parece, las relaciones no son lo que pensamos, las personas no son lo que parecen ser, a menudo la gente nos decepciona, a veces nos traiciona, hay personas que se empeñan en intentar, intentar e intentar tirarte por los suelos y pisarte, pero entonces están las personas que te sujetan y evitan que caigas o, en casos extremos, se tiran al suelo sin dudarlo para recogerte y ¡esa gente es la que realmente importa! Esa gente es la que nos merece, la que merece nuestros buenos momentos y la que merece que nos preocupemos por ella, ¿los demás?, ¿la gente pasajera?, ¿la gente que sólo intenta hundirte y hacerte daño?, pues, como me dijo uno de los que sí merecen la pena: ¡dientes, dientes, que es lo que les jode!, les daremos sonrientes los buenos días, les recibiremos cada día con una enorme sonrisa para que vean lo felices que somos, sin ellos, sin sus falsas ayudas, sin sus intentos de engaños y sin sus pasos en nuestro camino.
Que a lo que tenemos que aprender todos es a vivir los pequeños momentos, que de eso se componen nuestras vidas, de pequeños momentos que terminan cuando a penas te has dado cuenta de que estaban sucediendo, que sobrevivir sabemos todos pero, ¿y tú?, ¿te atreves a vivir? Yo sí.

Gracias a ti hoy soy feliz.

Toda una vida juntas.
Vuelve , te echo de menos mi niña :(

lunes, 15 de agosto de 2011

A veces pienso, que todo es mentira, y que solo te ries de mi, otras, pienso que quizás si que sea verdad y me quieras, otras que no te importo lo más minímo, y otras que soy gilipollas por quererte, pero en fin, yo no puedo hacer nada, ya te lo he dicho, eres tu el único, y si quieres que cambie, lo que pasó lo haré encantada, pero recuerda que aquí me tienes esperando y ya llevo ocho meses así y la panciencia tiene un límite, así que no se a que esperas para contarmelo todo bien, y acabar o empezar de una vez por todas lo nuestro.
Mírame, pedazo de idiota, mírame; observa mi perfecta imperfección.
Qué te creías? Que era una de esas imbéciles que cuando dejaste, se deshicieron el lágrimas por ti? Que iba a sufrir con cada una de las células de mi cuerpo, deseando algo que ya había sucedido? Si es que podemos considerar que alguna vez sucedió..
Pues te equivocabas. Ahí te quedas con tu chulería, tus miradas provocadoras, ese cuerpo que te hace creerte tan sexy, y todos esos dias en los que me engañabas con otra, creyendo que eso te hacía especial, importante.
Y tranquilo, no te preocupes, aunque sé que no lo harás. Yo no voy a sufrir por ti.
Quizás lo hubiese hecho en un principio, pero he aprendido a abrir los ojos.
Y ahora mismo, la realidad que afronto, mirándola a la cara, me exige, mis cuatro amigas, y una noche inolvidable.
Ahí te quedas, cariño.
He cometido muchos errores. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más me empujaron y caí estampada con la tercera. He perdonado mucho, hasta que me tomaron por tonta. He callado te quieros que por miedo o por inseguridad se quedaron en el aire y he regalado te quieros simplemente por cumplir. Ha habido veces que me he despertado con ganas de comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mí. He callado verdades por no hacer daño. Hay días que dormía solo para poder verte en mis sueños y días en los que no podía dormir pensando que a la mañana siguiente no te tendría a mi lado. He pasado por fases. He sido una niñata inmadura e insensible y he madurado a base de palos. He creído en lo imposible hasta que se destrozaron mis metas. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel. He besado con dulzura. He besado con pasión. He cantado en la ducha hasta que mi garganta no podía más. Ha habido días que me sentía preciosa y otros que no quería ni mirarme al espejo. He disfrutado de pequeños detalles…y he aprendido poco a poco en qué consiste la vida. El secreto de la vida está en no arrepentirse de nada y afrontar todo con una sonrisa. El secreto de la vida está en vivirla
Esa sensación, de no saber lo que esta pasando, de que no te importe nada de lo que piensen de ti, estas demasiado emergida en tus pensamientos para poder fijarte en algo más, la lluvia cae suave y delicadamente sobre el suelo musgoso y de ese color que dicen que tanta esperanza trae, enrredaderas trepan sobre los lomos de los arboles, buscando algo de luz entre tanta penumbra, al igual que yo, intentando despejar la mente un segundo de ello, pero no, es imposible, a lo lejos se escucha el leve tintineo de un cencerro y tus botas empapadas pisando sin ningún cuidado, todos los charcos que se cruzan en mi camino, porque al fin y al cabo eso ami no me importa ni lo más minimo, me detengo un segundo y me dejo caer sobre el tronco de un árbol, imperfectamente torcido, entonces intentas aclarar esas preguntas que tienes desde hace mucho tiempo en la mente, pero hoy más que nunca, ¿que camino elegir? ¿como llegar hasta el? ¿como saber que es ese el correcto? preguntas que invaden mi mente, y entonces hago lo que se debe hacer cuando quieres solucionar un problema, esponer todos los datos que tienes, esta bien, el primer camino es el más fácil de llegar, tendré alegría y placer aun que a corto tiempo, y cuando se acabe sufriré como veces a atrás hice y no quiero que vuelvan a repetirse, el segundo y más de mi agrado, el difícil, bueno difícil no, complicadísimo no sabes a ciencia cierta por lo que estas luchando, pero puedo estar segura de que tendré la máxima felicidad que una persona puede tener, durante mucho tiempo, nada es infinito, pero no se, quizás esto sea diferente.
Ojalá tuviera algo, por pequeño que sea, algo a lo que me pueda amarrar y entonces decantarme por un camino o otro, pero yo ya tengo la decisión tomada, elegí el segundo camino, no se lo que obtendré, pero voy a ser sincera, ami lo fácil nunca me llamó la atención, soy muy valiente a la hora de enfrentarse a algo, y obteniendo lo fácil no obtendré tanto orgullo, y orgullosa quien me conoce sabrá que también soy un buen rato, bueno invadida de mis pensamientos emprendo un camino, no se con certeza si será e correcto o no, se donde quiero llegar, pero no se como, pero eso no me importa ni lo más minimo, el destino decidirá, si elegí el correcto o no, porque al fin y al cabo, nadie sabe lo sucederá.
Quiero hacerte feliz cada día, sacarte una sonrisa, hacerte cosquillas... Pero no sabes absolutamente nada sobre mis sentimientos.Las demás te quieren,supongo.Yo no voy a besar el suelo que pisas,no.Yo no te voy a hacer creer el rey del mundo.En cambio,yo te voy a dar el amor que ninguna más te dió,te ha dado y te dará.Yo te enseñaré a vivir la vida de otra manera,de una manera más alocada, más joven. Yo te enseñare millones de cosas.Mientras tanto, me quedo en el mundo de mis sueños.
Reconozco que te quiero. Tambien reconozco que mas colada por ti no puedo estar. Que si tu dices ven,yo voy.Que no puedo estar mas de 24 horas sin verte,que si lo estoy, estoy perdida.Reconozco que es mirar tus ojos,tu pelo,tus manos,tu boca… y es como poder volar.Contigo me siento libre,ligera,sin preocupaciones…Contigo me siento enamorada,feliz.Y aun asi,todo esto se me queda corto,lo que siento por ti es aun mas fuerte,mas inexplicable,es una locura,pero una locura que viviremos los dos juntos entre besos , abrazos y caricias.

A.

¿Qué me dices si te digo que no creo en el amor?
- Te digo que eres tonta, porque el amor existe.
- ¿Por qué estás tan seguro? ¿Lo has visto alguna vez?
- Claro que sí. Lo veo en tus ojos cuando le miras a la cara, lo noto en tus brazos cuando estás cerca de él. Lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas para verle. Y cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se dé cuenta de que le quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarle, leo en tu sonrisa la mentira y siento como aprietas los labios para que no se te escape un 'te quiero'. Sin embargo, te ocultas detrás del 'no creo' porque piensas que es valiente resistirse a la verdad. Pero ¿sabes? eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras. Lo valiente es decir 'te quiero' y tener valor para escuchar un "yo no".